miércoles, 31 de agosto de 2011

"Mientras no elijas, aún tienes la posibilidad de poder hacer lo que quieras"

¿Qué unión entre hechos aislados han provocado que naciésemos en un momento y lugar determinado, que conozcamos a esa persona y no a otra, que amásemos a alguien en concreto o que muramos en uno u otro momento? ¿Cuántos factores ajenos a nosotros condicionan nuestra vida? Todo esto se reduce a una gran cuestión, ¿Somos dueños de nuestro destino?, y a partir de esta premisa, ¿no da la impresión de que al elegir un camino, cierras muchos otros?, Pero... ¿Por qué tener que elegir?

Todos hemos sentido curiosidad por saber aquello de “¿Y qué hubiera pasado si...?” Mr. Nobody, un niño de 9 años que predice el futuro, decide no elegir y vivir las 3 posibles vidas fruto de una decisión que marcará su vida; vivir con su padre o con su madre. 3 posibles vidas fruto de, a priori, una decisión, pero … ¿Realmente esas vidas son fruto de esa decisión o es todo cosa del azar?

Increíble manera de narrar una vida que son muchas, como todas las nuestras, que podrían haber sido ésta y otras diferentes, una sublimación del auténtico sentido de las cosas, colocándonos a todos delante de un espejo infinito, donde aparecen todos nuestros "yo", lo que somos, lo que podríamos haber sido… y lo que vamos a dejar de ser.

Una película que merece la pena ser vista dos veces para entender todo lo que plantea, las posibles vidas de “Mr. Nobody” ha conseguido tenerme más de dos horas sentado frente a la tele, lo que le da más mérito teniendo en cuenta que no acabo de ver el 70% de las películas que empiezo. Una recomendación.

lunes, 22 de agosto de 2011

Porque todo ya está gris a pesar de lo vivido

Diecisiete años de vida, mucho tiempo por delante
muchas cosas que cambiar, caminar siempre hacia delante
me he portado mal con muchas personas
porque haciendo todo bien nunca nada me funciona
porque quiero ser feliz y nadie me ayuda a estarlo
porque cambiando de vida sigo hoy desconfiando
de la gente, de todo lo que dicen
será porque lo que cuentan en mi cabeza no existe
porque vivo

¿por qué hemos de sufrir?
porque nunca nadie me entiende
¿por qué coño soy así?
porque me dejas, si luego siempre pierdes
porque me quejo de todo
porque nunca tengo suerte como todos
nunca merecí nada y no lo tuve la verdad
aunque me partí la cara por tenerte
por estar a tu lado

porque portándome mal siempre tu me has ayudado
estoy cansado de vosotros de vuestra forma de ser
porque te fuiste tan lejos y volviste a aparecer
dando esperanzas, dándome esa ilusión que con tan poco
esfuerzo obtuve
solo con mirar a vos lo tenía todo y nada me faltaba
en tu pecho este pulmón que sin aire respiraba
y lo sabía no me digas porque
solo sé que aquel día te fuiste
y que no lo entenderé

porque me pasa a mi todo lo malo
porque amigos verdaderos
siempre prometen en vano no lo entiendo
la amistad de qué sirve
si cualquier día no estás
todo lo bueno se extingue
es invisible
para ciertas personas
no creais en el amor
porfavor nunca funciona

Porque todo
porque la vida es dura
porque no existe el amor
porque las cosas no duran
porque duelen, casi todos los golpes
porque es cierto y es verdad
que mi corazón se esconde
porque sigo
¿porque tantos porqués?
porque esa rosa que creció
se marchitó y volvió a crecer
¿por qué lo intento? si nunca lo consigo
porque finjo estar feliz
porque coño, ¡sigo vivo!

porque la espera
que nos esperará
que alguien me diga mi futuro
que me diga que vendrá después de todo
un amargo sabor, una conciencia intranquila
fruto de aquel desamor
¿por qué seguir? cuando nadie te espera
porque no acabar con todo y pensar de otra manera
que me expliquen, de qué sirve la vida
porque vivir y morir

¿por qué estabas confundida?
no lo entiendo, por más que me pregunto
porque mi cama esta triste
y al recordar te rebusco en el pasado
algo que este en mi mente
algo que con ilusión me haga vivir el presente
que me saque de mi cárcel y me dé una explicación
porque al escuchar tu nombre todo es de otro color
porque me muero y moriría por ti
porque al escribir esto en folios oigo a mi pecho latir
¿que será todo, y cuando acabara?
porque tantas promesas rotas que se curan de verdad
siempre se rompen se mandan al olvido
porque todo ya esta gris a pesar de lo vivido

lunes, 15 de agosto de 2011

Católicos contra ateos

Los que han compartido charlas sobre religión conmigo ya saben de mi total escepticismo en estos temas, es más, me río de todo aquel que esté convencido de su religión o de su ateísmo e invito a que me intenten convencer de la movida que tienen en la cabeza. Muchos lo han intentado y he de reconocer que me he echado unas risas a su costa, es lo que tienen los cerebros limitados y soberbios que creen saber la verdad de algo que, después de miles de años, nadie ha conseguido averiguar. Y yo tampoco voy a descubrir nada ahora.

Humildemente, después de haber estado 12 años en un colegio del opus y en 3 clubs juveniles también de la obra (actualmente sigo en uno) y con infinidad de conocidos y amigos de los dos “bandos” (por llamarlo de alguna manera) puedo afirmar que no tengo ni puta idea de si la religión hace bien o corrompe, de si es conveniente o innecesaria, o si te hace bueno o gilipollas. Yo solo sé que duermo con la consciencia tranquila; tengo la mente suficientemente abierta como para poder escuchar, comprender e incluso pertenecer a movimientos religiosos y anticatólicos.

Es un lujo esto de vivir sin prejuicios, aprendo mucho de todo el que me rodea, vivo tranquilo, feliz y disfruto de “lo religioso”. Incluso me permito la licencia de criticar y meterme con todos aquellos que llevan las banderitas colgadas de “católico” o “ateo”. Sí, estos que hablas con ellos y se pueden definir en pocas palabras: “católico practicante y contribuyente” o “ateo que se la sopla”. Pues vaya, como tú hay muchos iguales, yo prefiero no pertenecer a ninguna ideología, ser capaz de pasármelo exactamente igual de bien con cualquiera de las dos y, en definitiva, pasar a formar parte de ese grupo de personas que son “la ostia”. Somos raros y pocos, algunos lo llaman hipocresía, pero te juro que disfrutamos de la vida.

martes, 2 de agosto de 2011

L'obligació de no ser imbècils (Part 2)

"Hi ha imbècils de diversos models, per triar:

a) El qui creu que no vol res, el qui diu que tot li és igual, el qui viu en un perpetu badall o en migdiada permanent, encara que tingui els ulls oberts i no ronqui.

b) El qui creu que tot ho vol, el primer que se li presenta i el contrari del que se li presenta; anar-se'n i quedar-se'n, ballar i estar assegut, mastegar alls i fer petons sublims, tot a la vegada.

c) El qui no sap què vol ni es preocupa d'esbrinar-ho. Imita el que volen els seus veïns o els porta la contrària perquè sí, tot allò que fa és dictat per l'opinió majoritària del que l'envolten: és conformista sense reflexió i rebel sense causa.

d) El qui és conscient de voler i sap allò que vol i, poc o molt, sap per què ho vol però ho vol fluixet, amb por o amb poca força. Al cap i a la fi, acaba sempre fent allò que no vol i deixant allò que vol per demà, a veure si aleshores està més entonat.

e) El qui vol amb força i ferocitat, amb posat bàrbar, però s'ha enganyat a si mateix sobre el què és la realitat, es despista enormement i acaba confonent la bona vida amb allò que el farà pols.


Sento dir-te que el imbècils acostumen a acabar malament, cregui el que cregui l'opinió popular."


Ética de Fernando Savater, qué razón tienes viejo!