lunes, 2 de abril de 2012

Sucedáneos de felicidad

Muchas veces seguí el camino hasta el final. Y al final encontraba placer, lo que me llevó inmediatamente a descubrir que el placer no era lo que buscaba.
La frustración no consistía en haber encontrado un placer rastrero en lugar de uno elevado; era la poca importancia de la conclusión lo que lo que aguaba la fiesta. Los perros habían perdido el rastro. Uno había cogido la presa equivocada. Ofrecer el placer al que desea lo que yo estoy describiendo es algo así como ofrecer una chuleta de cordero a un hombre que se está muriendo de sed.

A veces me pregunto si no serán todos los placeres sucedáneos de la Felicidad.





C. S. Lewis,

En torno al hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario